La tercera Directiva sobre Servicios de Pago (PSD3), prevista para 2026, promete ser un avance significativo en el panorama normativo de los pagos en Europa. Esta nueva directiva reforzará considerablemente los requisitos de seguridad y autenticación, con implicaciones de gran alcance para todo el ecosistema de pagos.
Mayor seguridad y transparencia
La DSP3 impone mayores obligaciones a los proveedores de servicios de pago (PSP) en materia de seguridad y transparencia. Habrá que intensificar el intercambio de información con los emisores, lo que exigirá adaptar los sistemas y procesos actuales. Un punto crucial se refiere al uso de datos personales: los PSP podrán utilizar cierta información (dispositivo, marca de tiempo, IP) sin consentimiento explícito, pero sólo como parte de la lucha contra el fraude.
Mayor responsabilidad de los proveedores
Una innovación importante de la DSP3 es el aumento de la responsabilidad de los proveedores de servicios de pago. En caso de que se produzca un fraude tras una exención de autenticación fuerte (SCA) por iniciativa suya, podrían ser considerados responsables. Esta disposición crea un incentivo financiero directo para mantener un alto nivel de seguridad, tratando al mismo tiempo de preservar la fluidez de la experiencia del cliente.
Autenticación fuerte en el corazón del sistema
La DSP3 confirma y refuerza el papel central de la autenticación fuerte, heredado de la DSP2. Sin embargo, también pone de relieve la necesidad de integrar perfectamente el pago en la experiencia general de compra. Las cifras hablan por sí solas: según un estudio de Adyen/Ipsos, casi el 20 % de los abandonos de la cesta de la compra se deben a un fallo en la autenticación fuerte. Este dato pone de relieve la importancia crucial de optimizar esta etapa del recorrido del cliente.
El reto de la verificación del beneficiario (VOP)
La generalización anunciada del principio de verificación del beneficiario (VOP) representa un nuevo reto técnico y operativo. Los emisores tendrán que comprobar sistemáticamente que los datos bancarios (IBAN) coinciden con el nombre del beneficiario en todos los tipos de transferencias. Este requisito llega en un momento en que las transferencias van a desempeñar un papel cada vez más importante en la estrategia de pagos de Europa, especialmente con el lanzamiento de WERO y el uso generalizado del pago instantáneo.
La DSP3 marca un punto de inflexión decisivo para el sector europeo de pagos. Impone un delicado equilibrio entre el refuerzo de la seguridad y la preservación de la fluidez de la experiencia del cliente. Los agentes del sector tendrán que hacer grandes inversiones en innovación tecnológica y optimización de procesos para cumplir estos nuevos requisitos y mantener al mismo tiempo una experiencia de usuario de alta calidad. La capacidad de controlar el recorrido del cliente y combatir eficazmente el fraude en tiempo real será crucial para el éxito de los proveedores de servicios de pago en este nuevo entorno normativo.